Comienzan a subir las temperaturas, y a nuestra alimentación hay que darle un cambio, pequeños trucos para llevar una dieta sana y equilibrada que dé la bienvenida a los meses de calor.
El agua sigue siendo lo principal y, dependiendo de la actividad física, su ingesta variará entre el uno y medio o dos litros diarios.
Las verduras crudas ayudan a recuperar los minerales y vitaminas que se pierden con las altas temperaturas, productos frescos que se pueden combinar con algunos lácteos ligeros.
Por otro lado, las frutas te ayudan a mantener los niveles de azúcar necesarios para la dieta diaria y son fuente rica en antioxidantes.
También el Cuerpo que despierta del frío invierno, se transforma, renovándose y deshaciéndose de lo que ya no necesita. Potenciar esto proceso natural es un ritual que venimos realizando desde tiempos ancestrales.
La Limpieza de la piel es el primer paso del proceso .Eliminar las células muertas, envejecidas ,para dar paso a las nuevas que llegan cargadas de energía y luminosidad.
Remodelar el cuerpo. Ahora es el momento de comenzar con tratamientos estéticos en centros especializados donde te asesorarán de lo mejor y mas adecuado para conseguirlo.
El Bronceado, tiene que buscarse con precaución. Cremas solares aparte, y evitando siempre las horas de sol más directo, algunos alimentos, como la zanahoria, el tomate o la sandía, pueden ayudarme a fomentar ese moreno natural gracias a su contenido en vitamina A.